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San Jacinto

Para estos adultos jugar bolas criollas representa toda una experiencia de vida. 

Bolas Criollas en San Jacinto entre las apuestas y la tradición

Dairana Mendoza 

Los aficionados deportivo, de bolas criolla, como todo deporte profesional que despierta verdadera pasión entre los jugadores, trasciende los límites del pasatiempo. El juego de bolas criolla también por una razón fundamental: a las mujeres de hoy les gusta esa competencia, y al hombre le gusta lucirse y ganar, para que las mujeres lo admiren. Ensuciarse la ropa jugando bolas criollas es algo tan normal, que en la comunidad, las primeras propagandas de detergente, aconsejaban a las amas de casa usar determinada marca, en vez de ponerse furiosas con lo que en una época fue el deporte.  

      El profesor William Serpa fue el que trajo la tradición del Deporte de las Bolas Criollas, prácticamente lo hace todos los días  en la tarde desde las 2:00 p.m.,  más de 20 personas de San Jacinto juegan; se comenta que diariamente vienen de varias partes de Maracaibo a jugar este deporte en la comunidad.   

      Este deporte, jugado a un nivel tan popular en la comunidad ha logrado despertar inquietudes hasta en los más jóvenes. El deporte es jugado tanto por hombres como por mujeres, por lo que se clasifican las categorías en masculino y femenino y los campeonatos se juegan separadamente. También existen la clasificación referida a la edad de los participantes así encontramos la categoría juvenil, entre los quince y los dieciocho años y la categoría primaria y segunda de los dieciocho años en adelante dependiendo de su rendimiento.

      Serpa Rincón, de 39 años de edad, nos asevera que tienen jugando el deporte de Bolas Criollas desde hace 20 años en la comunidad, “Empezamos a jugar frente a la casa con unas bolas pequeñas que me las empeñaron y quedaron aquí, después tuvimos problemas con la comunidad porque estábamos rompiendo todas las paredes y nos fuimos a jugar en un terreno abandonado”. Explicó.  

      “Eso es para nosotros la pasión el deporte, claro te voy a decir que siempre apostamos porque siempre se apuesta 5.000 Bs. ó 10.000 Bs., depende del que venga a jugar, pero más lo hacemos por deporte”, añadió Serpa.  

      Tengo jugando 30 años, bueno jugamos dos para dos cuatro personas por equipo, ahora jugamos con una bolas nuevas que compramos porque con la que empezamos a jugar ya están pequeñas y le sacan algo de Aquiles 500 bolívares el chamo Pigui es quien las lleva y si jugamos diez juegos son y  5.000  bolívares que se gana, comentó Edwin Rincón. 

      El deporte de Bolas Criollas tiene su origen en los albores de la humanidad, cuando el hombre descubrió que podía competir con algo tan sencillo y tan accesible como lo eran las piedras. Más adelante, se tienen noticias de un deporte practicado en la antigua Grecia, ya no con piedras, sino con bolas de madera. Ocho siglos después, durante la conquista española en América, se tienen informes precisos acerca de un fraile español, quien lo trae a Venezuela En sus comienzos, se juega popularmente con bolas elaboradas con maderas muy duras como vera y guayacán. Como este deporte se practica entre equipos, para diferenciar las bolas de un equipo de las del otro se solía pintar una cruz en las bolas de uno de los equipos, dejando las otras sin pintar.  (www.gobiernoenlínea.com) 

      Erson Javier Castañera, 26 años “No soy muy fanático a las Bolas, juego desde los 15 años, lo hago por distraerme más nada, porque los demás que juegan son viciosos generalmente aquí se distraen juegan todos los días no conozco a todos los que juegan, no hemos tenidos ningún problema con la comunidad porque somos los mismos que vivimos aquí”, explicó. 

      Viene gente de otra parte, Santa Rosa de Agua, Bella Vista, Motocross. “Casi todos los lunes los muchachos de por aquí Logui Olivares, Jorge Olivares, Enrique Cortés, Benito, José, son tantos y si vienen el 24 y 31 de Diciembre eso es una feria, todos nos vamos a jugar y a beber, empezamos desde las 12 del mediodía a esa hora ya estamos aguantando sol”, afirmó William Serpa.  

      Luís Martínez, nos dice “Yo vivo en este sector 16 en la transversal, nosotros diariamente vamos a ese terreno a jugar bolas queremos que nos construyan ahí la cancha de las bolas con una parte para que la gente no siga aguantando sol porque el sol, de aquí es increíble y nos gustaría que le pusieran luces porque a veces estamos jugando y son las 7 de la noche y ya no vemos y queremos seguir jugando y mientras la comunidad este dedicado al deporte menos está pensando en cosas malas. Estoy jugando Bolas desde los 20 años, tengo 45, nos reunimos más de veinte personas, también vienen de otros sectores a jugar. Lo hacemos por diversión tomamos refrescos, comemos torta, asevera que las personas que dice que apuestan realmente no deberían hacer apuestas por fuera, porque son inválidas para nosotros que jugamos y no nos gusta aportar dinero”, explicó.   

      “Si nos quitan ese terreno para seguir construyendo una edificación que dejaron a medias, como ya vimos los arquitectos, yo creo que se acabaría la tradición porque nosotros jugamos por ahí cerca pero si nos quitan ese espacio nos quitarían un pedacito, vamos a decirle el pulmón que nos queda porque no hay a donde seguir jugando”, explicó William Serpa.  

      Los jugadores del sector 16 del deporte de Bolas Criollas quisieran que se les tomaran en cuenta las propuestas de que les construyeran una cancha donde puedan jugar ya que a su vez las personas aficionadas que le gusta admirar a los jugadores puedan disfrutar de una mejor manera el juego para que la tradición de este juego no se pierda por falta de instalaciones donde practicarlo. 

      Las Bolas Criollas se juegan en una cancha rectangular de unos 20 por 30 metros máximo y unos 20 por 10 metros mínimo. Esta cancha debe tener una valla de protección y retención de las bolas con una altura mínima de 50 centímetros y deberá estar demarcada con un cordel o zanje, a una distancia no menor de 20 centímetros de la valla, ya todo lo largo de ésta. (www.gobiernoenlínea.com)  

      Carmen Delgado, Sector del 13 aficionada y fue jugadora  del deporte de las Bolas Criollas, comenta “En mi adolescencia el deporte que más me gustaba y me fascinaba era el juego de Bolas Criollas, la mayoría de mi familia todos son jugadores, hemos participado en varios torneos y junto con mis primos hemos conquistador varios títulos y trofeos; en los puertos en Santa Rosa, en El Mojan, Cabimas, Machiques, una vez fuimos a jugar a Quisiro, yo los fui a respaldar a ellos claro porque representaba mi parroquia, las primas mías son bocheras, mira hay una que saca el boche de la cancha si es flaquita pero tiene un pulso, de allá nos venimos con los ojos y la nariz hinchada con alergia porque había tanto polvo, donde quiera que hubiera un juego nosotros íbamos, bueno tenemos muchos trofeos, me gusta jugarlo cuando tengo oportunidad pero ahorita no puedo por el problema que tengo con los huesos”. 

      “Lo más emocionante es cuando el público te grita y te apoya en los encuentros. Eso nos ayuda bastante a tranquilizarnos porque antes de los partidos me dan muchos nervios y a veces hasta me tiemblan las piernas. Soy muy bueno arrimando y mi secreto es hablarle a la bola. Siempre le digo pégale, pégale y la lanzo con mucha fuerza”, señaló este destacado jugador, habitante de la comunidad de nombre Daniel  Velasco, quien cuenta con 19 años.   Juego tradicional, como las bolas criollas siguen siendo de interés recreacional para estos adultos son ejemplo para lo más jóvenes de cómo mantener una actitud positiva ante la vida  caminando de la mano con la longevidad.

 

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