Reportajes que hablan de San Jacinto

San Jacinto. Una comunidad que cuenta con el privilegio de las Pequeñas Ligas de Coquivacoa. 

Coquivacoa una morada que educa niños y jóvenes del mañana

Ricky Chacín 

Sumario El béisbol infantil en San Jacinto y sus zonas limítrofes, se ve representada por las Pequeñas Ligas de Coquivacoa. Su nacimiento, su trayectoria interna y externa, su funcionamiento y organización y el rol que ocupan los niños y jóvenes quienes son los protagonistas de esta marcha, permiten que esta morada pueda existir.   

      La Pequeña Liga de Coquivacoa educadora y  creadora de grandes peloteros y profesionales en las ligas beisboleras de Venezuela, se haya situada en la Urbanización San Jacinto, parroquia Juana de Ávila. 

      Sabas Alvador Alvarado, de 67 años, ex-pelotero de las pequeñas Ligas, entrenador de un equipo de niños en la categoría infantil y reconocido como fundador, nos narra su paso por este grupo y la historia del mismo: “ingrese en el año 1.958 a las Pequeñas Ligas por un señor (Ernesto Núñez) amigo de la familia que en paz descanse, tenia una tienda y el que distribuía la leche me entusiasmó para que yo fuera el coah del equipo que el dirigía (Santa Fe) , fundado el 4 de Junio de 1.955 por un gringo llamado Frank Poteraj (q.e.p.d) trabajador de la Mene Grande Oil Company (hoy PDVSA)”, un estadounidense que ya contaba con la noción de lo que es está organización, debido a que ya había presenciado el nacimiento de las Pequeñas Ligas en Williamsport, Pennsylvania (USA) en 1.939 por Carl Stotz. 

      Según Savas, Frank trabajó mucho por las Pequeñas Ligas de 1955, y  57, el desempeño, el tiempo y las ganas que le dedicaba a está organización era inmensas, “se animó y reunió a sus muchachitos de por ahí de ese sector El milagro, de San Bartola, Don Bosco, y ahí se le acercaron unos venezolanos amantes del béisbol para ayudarlo en esa tarea”, explica Alvarado, quien agrega que más tarde en ese año (1.957) tuvo que marcharse de Venezuela con su esposa Loise (Luisa) por asuntos personales. 

      “Desde 1957 Ramón Darío Urdaneta (quien también trabajo en la Mene Grande Oil Company) se convirtió en el hombre fuerte de la liga, por su dedicación y dinamismo (Director del reconocido conjunto gaitero Sorpresa, que la gente asocia con la gaita Paraguaipoa, del compositor Saúl Sulbarán, q.e.p.d)”, narra Gilberto Ocando Yamarte, en un articulo de las PL Coquivacoa, de nombre “Frank Poteraj y Otros lo Hicieron en Venezuela”. 

      Para el año 1.973, las Pequeñas Ligas de Coquivacoa construyen su estructura en la urbanización de San Jacinto, por la iniciativa del reconocido periodista Nerio “Camarita” Flores, quien con su empeño y dedicación de escribir artículos sobre estas organizaciones en el diario Panorama, logra darle reconocimiento para edificar una estructura que hoy lleva y mantiene su nombre en el Zulia “Yo le pedí la construcción al señor Hilarión Cardozo que fue gobernador del estado Zulia para ese entonces en la administración del doctor Rafael Caldera y le pusieron mi nombre al estadio porque me enfermé al darme una trombosis y creyeron que me iba a morir”, nos cuenta el periodista “Camarita” Flores. 

      Según datos recopilados en un trabajo de investigación del año 2.005 de un grupo de jóvenes estudiantes en el programa de formación Comunicación Social de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) sede Zulia, se constata que la construcción de la estructura de Coquivacoa se realizó en el año 1.973 y se funda por el Presidente de la Republica para ese entonces, Rafael Caldera.   

      La organización de las Pequeñas Ligas desde sus primeros años ha contado con una buena y estricta organización interna, Ramón Díaz, manager activo, señala que el reglamento plantea una norma donde indica que los niños y jóvenes que están fuera de zona (Parroquia Juana de Ávila) pueden jugar en la liga pero no se les puede permitir ingresar en selecciones. Estas normativas no solo abordan a los peloteros “los reglamentos no permitían ser manager a los presidentes de ligas”, indica. Ocando Yamarte, en el artículo antes citado. 

      La Liga de Coquivacoa contempla una organización que se divide  en “categorías como, Pitoquito de 7 a 8 años, Pre-infantil de 9 a 10 años, Infantil de 11 a 12, Pre-senior de 13 a 14, Senior de 15 a 16, y Juvenil de 17 a 18”, nos explica Sabas Alvarado.   

      Rodolfo Lugo de 12 años nos comenta que  “Juego tercera base en el equipo Maracaibo Infantil categoría Infantil y la verdad es que me gusta mucho pertenecer a ésta Liga porque nos tratan bien, nos enseñan a jugar béisbol y mucha disciplina”. 

     A pesar de contar con esta “buena organización”, los recursos económicos con los que contaban era el problema más fuerte que presentaban, debido, a que todo germinaba con colaboraciones internas (principios de las Pequeñas Ligas), hasta que desde la creación del director de las pequeñas ligas de béisbol de Venezuela en diciembre de 1980 “que es elegido periódica y democráticamente por las ligas afiliadas, de acuerdo a lo establecido en nuestra Ley del Deporte, la fundación SAPLEZ (Sociedad de Amigos de las Pequeñas Ligas de Béisbol del Estado Zulia) cumple el rol de soporte económico de las Pequeñas Ligas de Venezuela y guía de esta organización en nuestro país” afirma, Yamarte en su articulo. 

       A pesar del apoyo que le presta la fundación SAPLEZ a las Pequeñas Ligas, también cuenta con el apoyo de los representantes, en una organización conocida con el nombre de “club de las madres”, donde le prestan toda la ayuda y el servicio necesario a los managers, peloteros, nuevos integrantes, etc;  “esta organización presta la ayuda necesaria a todos los puntos débiles que se observan en la liga y de alguna manera nos integra con ella” acota Nancy de Arteaga, colaboradora del Comité de Damas.  

      Las comunidades que rodean está estructura deportiva, se ven muy beneficiadas debido a que el disfrute de este deporte y la educación que ofrece, le permite a los niños ocupar un tiempo y no dejarlos caer en malos vicios como lo comentó Yesenia Acosta, madre del pelotero Jesús Manuel Acosta en la categoría infantil. 

      La comunidad de San Jacinto actualmente es la que se ve más beneficiada con la liga de béisbol, ya que la ubicación de está se encuentra dentro de la urbanización, las relaciones entre ambos son constantes debido a que la mayoría de los trabajadores, incluyendo todos los cargos, habitan en la urbanización.  

      Los managers son el grupo de personas que comparten el mayor tiempo con los niños y la liga, ya que “cuando trabajamos con los niños nosotros nos volvemos niños, nosotros nos metemos en los zapatos de los niños no los niños en el zapato de nosotros” relata Ramón Díaz. 

      A pesar de todo este compartir educativo y entretenido que se les regala a cantidades de niños y adolescentes, estos entrenadores y las Pequeñas  ligas en sí, se debe a que todo lo hacen con amor y dedicación “todo lo que el niño recibe de nosotros se lo damos con amor porque nosotros aquí no cobramos ni un bolívar”, añade el Sr. Alvarado. 

      Coquivacoa es reconocida por la trayectoria que a desempañado ha lo largo de sus años, su participación en campeonatos Latinoamericanos de los años 1.974, 77, 80, 81, 82, 86, 89, 91 y 94 los ha catapultado para ser reconocidos en otras Pequeñas Ligas.  

      René Hernández de 16 años, jugador en la posición numero 7 (Left Fiel) en el equipo Águila, nos dice “lo bueno que tiene esta Liga a pesar de todo lo que nos enseñan es que es muy reconocida por los campeonatos que a logrado y si somos buenos peloteros se nos abren muchas puerta para alcanzar el sueño que todo pelotero anhela, que es el de llegar a las Grandes Ligas” 

      En el año 1.994 obtuvieron el primer campeonato para Venezuela en la competición de varias Pequeñas ligas en Williamsport Pennsylvania, a través de las ordenes del señor Ramos Díaz conocido como “el compadrito” y el señor Luís Mejias quien fue su coah, nos contó el señor Sabas Alvarado. 

     “Nosotros como integrantes y participantes de esta organización que son las Pequeñas Ligas de Coquivacoa, deseamos que se mantenga en constante funcionamiento, para que en el futuro los que vayan a venir les podamos seguir impartiendo nuestros conocimientos a niños para la mejora de su crecimiento”  acota  Alvarado.

      De esta manera las Pequeñas Ligas de Coquivacoa van desarrollando su funcionamiento, a través del esfuerzo y dinamismo que en primera instancia costo, pero que al final se logró porque sabemos que la razón de ser de esta lucha son los niños.